Por John Berges
El objetivo de este discurso es redirigir la aspiración del estudiante del imposible deseo de experimentar el yo más profundo (el Navegador de la Totalidad ∗) mientras está en un instrumento humano, con el objetivo alcanzable de expresar las cualidades y atributos del Navegador de la Totalidad, que se transmiten al instrumento humano en todo momento. La sensibilidad al yo más profundo se puede contemplar a través de la meditación y la reflexión, pero no puede ser experimentada directamente como una realidad dominante.
∗NOTA: En el primer discurso, los términos Navegador de la Totalidad y alma son intercambiables con el término ser más íntimo.
∗NOTA: En el primer discurso, los términos Navegador de la Totalidad y alma son intercambiables con el término ser más íntimo.
1 (1) Párrafos 1-34 Limitaciones Sensoriales
El primer punto de interés en este discurso es que las "limitaciones sensoriales" fueron construidas en el instrumento humano con el fin de mantener su atención en el mundo físico.
Asimismo, un miedo instintivo de ser desplazado de la realidad dominante del mundo físico está incorporado en la mente genética de la especie humana.
Maestro: Tú estás aquí como un instrumento humano para interactuar con este mundo y para sintonizarte a su realidad dominante, y traer tu conocimiento de tu ser más íntimo a este mundo incluso si este conocimiento no es puro, fuerte o claro. 33
4 (4) Párrafos 35 a 54 El Ser Inalcanzable
Seguidamente el estudiante se queja de que si pudiera entrar en contacto con su ser más íntimo podría traer más entendimiento al mundo.
El maestro afirma que ese no es el caso y luego pregunta al estudiante por qué cree que ponerse en contacto con el ser más íntimo será de utilidad para otros. El estudiante admite que no está seguro del por qué.
El siguiente punto es que nadie puede experimentar plenamente el ser más íntimo mientras vive en un instrumento humano. Ningún maestro jamás lo ha hecho.
6 (6) Párrafos 55-64 Cualidades del Ser Más Íntimo
El estudiante le pregunta por qué él (y muchos otros) tienen este deseo de experimentar el ser más íntimo si, de hecho, no podemos hacerlo.
Antes de abordar esta cuestión, el maestro señala que a pesar de que no podemos tener una experiencia directa de nuestro ser más íntimo, podemos contactar muchas de sus cualidades. Mediante la metáfora de experimentar el viento y la lluvia, con el fin de comprender mejor un huracán, el maestro explica que tocamos los contornos y características del ser más íntimo a través de experimentar las cualidades del "amor incondicional, la belleza suprema, la armonía, la reverencia y la totalidad." 62.
7 (7) Párrafos 65-78 Confrontación con la Realidad
En esta sección clave el maestro señala que aquellos que han logrado brevemente cierto grado de contacto con el ser más íntimo se dan cuenta que no pueden conocer el ser en su plenitud. Más importante quizás, se dan cuenta con toda seguridad que lo que PODEMOS hacer es transmitir y expresar las cualidades espirituales de ese contacto dentro de la realidad dominante en que existe su instrumento humano. En este punto el maestro responde a la pregunta del estudiante con una metáfora de un pez volador. El hábitat natural del pez, su realidad dominante, es el mar, sin embargo, tiene el instinto natural para romper la superficie del agua y "volar" brevemente en el mundo de los que "respiran aire." Mientras está en este nuevo entorno experimenta una realidad completamente diferente del mar, no obstante no sabe casi nada de esta realidad diferente. Recogemos el diálogo en el apartado 68:
8 (8) Párrafos 79-80 Vivir En Este Mundo
El estudiante le pregunta cómo se controla ese deseo de buscar al ser más íntimo.
Aprende a reconocer las cosas que se pueden cambiar y las cosas que sólo se pueden experimentar.
9 (9) Párrafos 92 a 98 El fragmento de Dios
El maestro añade que la discreción y el discernimiento son herramientas importantes para la vida viviendo en un estado de plenitud o frustración.
El estudiante entonces se aplica este principio a la idea de que debe aceptar el hecho de que el alma más íntima o el fragmento de Dios no se puede conocer por la mente humana. (Por implicación, sin embargo, las cualidades del alma más íntima pueden cambiar al instrumento humano.)
Véase el párrafo 62 de la pág. 1.
La lección de este discurso es:
Resumen
Los instrumentos humanos están diseñados con restricciones sensoriales que centran y mantienen la conciencia de cada individuo en la realidad dominante de la dimensión espacio-temporal.
Ningún ser humano, no importa lo avanzado que esté, puede experimentar plenamente su ser más íntimo (el Navegador de la Totalidad) mientras esté encarnado dentro de un instrumento humano.
Aparentemente, aquellos que informan experiencias con el nirvana, consciencia cósmica, satori, etc., no han entrado al ser más íntimo completamente sino que sólo han afectado sus márgenes. A pesar de ello, apenas un pequeño grado de contacto con el ser más íntimo permite que el individuo se dé cuenta de que la verdadera naturaleza del ser más íntimo es tan profunda y grande que trasciende las capacidades descriptivas del instrumento humano. Es esta misma falta de esa capacidad lo que ha llevado en el pasado (y presente) a concluir erróneamente que se ha contactado con el ser más íntimo, el alma, o el Navegador de la Totalidad en toda su extensión.
El individuo no puede mantener ese intenso contacto por más de un breve tiempo, pues debe volver a la realidad dominante en el que él o ella está viviendo.
El individuo canaliza las energías contactadas del ser más íntimo en la realidad dominante del instrumento humano en lugar del mundo del Navegador de la Totalidad. La tarea del individuo es expresar (en la forma elegida por él) las cualidades y características del Navegador de la Totalidad en esta realidad dominante, en contraposición a dedicar la propia energía a aprender a salir de esta realidad dominante en busca del Navegador de la Totalidad en otros lugares.
Esto se expresa al final del discurso del siguiente modo:
Conclusión
Tenemos un instinto innato de buscar nuestro ser más elevado, el alma, el ser más íntimo, o Navegador de la Totalidad, pero no importa lo que intentemos nunca podremos experimentarlo plenamente mientras estemos encarnados en la realidad espacio-temporal. Nuestros instrumentos humanos están diseñados para experimentar y explorar esta realidad dominante, no la del alma. Podemos visitar la realidad del ser más íntimo, pero no para quedarnos allí.
Se nos insta a meditar en el ser más íntimo en el entendido de que visitemos el hábitat del alma, con el fin de traer cualquier conocimiento, sabiduría y visión que podamos aplicar a nuestra realidad dominante en la Tierra. Estas cualidades se describen específicamente como "el amor incondicional, la belleza suprema, la armonía, la reverencia y la integridad."
7 (7) Párrafos 65-78 Confrontación con la Realidad
En esta sección clave el maestro señala que aquellos que han logrado brevemente cierto grado de contacto con el ser más íntimo se dan cuenta que no pueden conocer el ser en su plenitud. Más importante quizás, se dan cuenta con toda seguridad que lo que PODEMOS hacer es transmitir y expresar las cualidades espirituales de ese contacto dentro de la realidad dominante en que existe su instrumento humano. En este punto el maestro responde a la pregunta del estudiante con una metáfora de un pez volador. El hábitat natural del pez, su realidad dominante, es el mar, sin embargo, tiene el instinto natural para romper la superficie del agua y "volar" brevemente en el mundo de los que "respiran aire." Mientras está en este nuevo entorno experimenta una realidad completamente diferente del mar, no obstante no sabe casi nada de esta realidad diferente. Recogemos el diálogo en el apartado 68:
Maestro: ¿Entonces por qué vuela sobre el agua?
Estudiante: Supongo que es un instinto, algo de un imperativo evolutivo.
Maestro: Exactamente.
Estudiante: ¿Entonces está diciendo que esto es verdad para los humanos también? ¿Nos esforzamos por experimentar nuestro fragmento de Dios debido a un imperativo evolutivo o compulsión?
Maestro: Si, y como el pez volador, cuando rompemos nuestro mundo es sólo por un corto tiempo y caemos bajo la superficie otra vez. Pero mientras estamos encima de la superficie de nuestro mundo, momentáneamente olvidamos que somos sólo humanos con un principio y un fin. A pesar de eso, no imaginamos que podemos tocar la cara de Dios en nuestro interior.
Estudiante: Pero yo si. Siento que yo puedo, incluso debería, tocar este fragmento-de-Dios.
Maestro: Tú piensas de este modo porque tienes una esperanza exuberante e ingenuidad de una persona no familiarizada con la experiencia de la Primera Fuente. [La cursiva es mía]
Estudiante: ¿Entonces usted no se siente de esta manera? 68-75.Respuesta clave:
Maestro: Cualquiera afinado a las más altas vibraciones de su ser más íntimo sentirá esto y será guiado por ello. La única diferencia es que yo me contento en saber que no lo experimentaré mientras esté encarnado en un instrumento humano.
Estudiante: ¿Y este contento qué le proporciona que yo no tengo?
Maestro: La habilidad de canalizar mi energía en este mundo en lugar de usarla en la persecución de otro.76-8. [La cursiva es mía]
8 (8) Párrafos 79-80 Vivir En Este Mundo
El estudiante le pregunta cómo se controla ese deseo de buscar al ser más íntimo.
Maestro: Vive en este mundo con toda tu pasión y fuerza. Ve el fragmento de Dios en este mundo, incluso si es solo un faro mermado o una luz cansada. ¡Míralo! ¡Nútrelo! No estés tan apurado buscándolo en las profundidades de tu corazón o mente donde crees que debería estar. 80. 68 (8) Párrafos 84-90 Acción Correcta
Aprende a reconocer las cosas que se pueden cambiar y las cosas que sólo se pueden experimentar.
9 (9) Párrafos 92 a 98 El fragmento de Dios
El maestro añade que la discreción y el discernimiento son herramientas importantes para la vida viviendo en un estado de plenitud o frustración.
El estudiante entonces se aplica este principio a la idea de que debe aceptar el hecho de que el alma más íntima o el fragmento de Dios no se puede conocer por la mente humana. (Por implicación, sin embargo, las cualidades del alma más íntima pueden cambiar al instrumento humano.)
Véase el párrafo 62 de la pág. 1.
La lección de este discurso es:
Maestro: El concepto del fragmento de Dios dentro de ti tiene poder. Puede ser contemplado, pero no puede ser experimentado como una realidad dominante en un instrumento humano. A través de este acercamiento contemplativo puedes aprender discernimiento, y mediante este discernimiento aprenderás cómo navegar en el mundo de las sombras y ecos de tal forma que traigas cambios que están en acuerdo con los objetivos de la Primera Fuente. Tú exteriorizas la voluntad del fragmento de Dios, en vez de buscar su experiencia. Al hacerlo, eliminas las energías de miedo y frustración que fluyen a través de tu mente. [La cursiva es mía.]El poder del fragmento de Dios no está en experimentarlo como una realidad dominante, sino en contemplar su naturaleza. A través de este enfoque meditativo del fragmento de Dios se comunican los objetivos de la Primera Fuente y el instrumento humano entra en contacto con cualidades energéticas del ser más íntimo. Por lo tanto, la voluntad del fragmento de Dios se exterioriza en este mundo.
Resumen
Los instrumentos humanos están diseñados con restricciones sensoriales que centran y mantienen la conciencia de cada individuo en la realidad dominante de la dimensión espacio-temporal.
Ningún ser humano, no importa lo avanzado que esté, puede experimentar plenamente su ser más íntimo (el Navegador de la Totalidad) mientras esté encarnado dentro de un instrumento humano.
Aparentemente, aquellos que informan experiencias con el nirvana, consciencia cósmica, satori, etc., no han entrado al ser más íntimo completamente sino que sólo han afectado sus márgenes. A pesar de ello, apenas un pequeño grado de contacto con el ser más íntimo permite que el individuo se dé cuenta de que la verdadera naturaleza del ser más íntimo es tan profunda y grande que trasciende las capacidades descriptivas del instrumento humano. Es esta misma falta de esa capacidad lo que ha llevado en el pasado (y presente) a concluir erróneamente que se ha contactado con el ser más íntimo, el alma, o el Navegador de la Totalidad en toda su extensión.
El individuo no puede mantener ese intenso contacto por más de un breve tiempo, pues debe volver a la realidad dominante en el que él o ella está viviendo.
El individuo canaliza las energías contactadas del ser más íntimo en la realidad dominante del instrumento humano en lugar del mundo del Navegador de la Totalidad. La tarea del individuo es expresar (en la forma elegida por él) las cualidades y características del Navegador de la Totalidad en esta realidad dominante, en contraposición a dedicar la propia energía a aprender a salir de esta realidad dominante en busca del Navegador de la Totalidad en otros lugares.
Esto se expresa al final del discurso del siguiente modo:
• El concepto del fragmento de Dios dentro de ti tiene poder.• Se puede contemplar, pero no puede ser experimentado como una realidad dominante en un instrumento humano.• A través de este enfoque contemplativo se puede aprender discernimiento.• A través de este discernimiento aprenderás cómo navegar en el mundo de las sombras y ecos de tal manera que traigas cambios que estén de acuerdo con los objetivos de la Primera Fuente.• Tú exteriorizas la voluntad del fragmento de Dios, en lugar de buscar su experiencia.• De esta manera, eliminas las energías del miedo y de la frustración que fluyen a través de tu mente.
Conclusión
Tenemos un instinto innato de buscar nuestro ser más elevado, el alma, el ser más íntimo, o Navegador de la Totalidad, pero no importa lo que intentemos nunca podremos experimentarlo plenamente mientras estemos encarnados en la realidad espacio-temporal. Nuestros instrumentos humanos están diseñados para experimentar y explorar esta realidad dominante, no la del alma. Podemos visitar la realidad del ser más íntimo, pero no para quedarnos allí.
Se nos insta a meditar en el ser más íntimo en el entendido de que visitemos el hábitat del alma, con el fin de traer cualquier conocimiento, sabiduría y visión que podamos aplicar a nuestra realidad dominante en la Tierra. Estas cualidades se describen específicamente como "el amor incondicional, la belleza suprema, la armonía, la reverencia y la integridad."
